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Las arañuelas ponen en jaque a la soja

Durante las últimas campañas agrícolas se registraron ataques de arañuela roja, asociados a condiciones de sequía. Generalmente, la ofensiva comienza en las borduras y se extiende en manchones que cubren el resto del lote.

La arañuela empieza en pequeños rodeos que se visualizan globalmente por una coloración más pálida en su inicio, coloración diferencial característica en comparación al resto del lote. Está situación inicial juega en contra de las correctas decisiones por un par de cuestiones, según advierten desde la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid), a partir de relevamientos realizados por el Inta.

Una de las falsas percepciones sugiere al productor que los efectos en el cultivo son pura y exclusivamente causados por la sequía (en especial cuando se mira desde lejos) y que los rodeos son como consecuencia de un mayor impacto de la seca debido a menor calidad del suelo o menor cobertura.

En el caso de detectarse el problema de arañuelas, la segunda cuestión que conduce a otra falacia se basa en que: como el área del problema es mínimo (los pequeños rodeos inicialmente suman una escasa superficie), se piensa que no se justifica económicamente el control.

La sequía la potencia. El problema cambia dramáticamente cuando la persistencia de días sin buenas lluvias y con altos registros térmicos acentúa la condición de sequía favorable al desarrollo de la plaga y cuando el exagerado calentamiento de suelo y aire provoca corrientes convectivas y vientos que favorecen la dispersión de las arañuelas. Esto genera un crecimiento exponencial de su población y una rápida difusión de la plaga dentro y entre lotes.

Si bien en un comienzo pueden aparecer unos pocos manchones, y que el grueso del lote tenga un cierto aspecto normal, decidir la conveniencia de realizar control es clave. Ante una posterior “explosión” de la plaga producto de la continuidad de las condiciones óptimas que la favorecen, en pocos días se puede sufrir la amarga sorpresa de que la situación ha tornado a grave y generalizada. Lo cual, usualmente, lleva a la disyuntiva de saber si valdrá la pena gastar en una medida de control o no, ya que el potencial productivo ha quedado más reducido aún.

Decisión de manejo. Sumado a su difícil determinación, no hay niveles de daño económico para arañuela roja en cultivos de soja. Es tan dificultoso como el registro a campo de la cantidad de individuos presente de esta plaga. No obstante, hay una manera práctica de manejo que se puede utilizar como guía o ayuda para la toma de una correcta decisión.

Como se sabe para cultivos con cierto desarrollo, tanto los trips como las arañuelas van colonizando las plantas desde abajo hacia arriba. Mientras las colonias estén en el tercio inferior no habrá necesidad de control. Pero si comienzan a encontrarse colonias de arañuelas en el tercio medio de la planta y/o se detecta la formación de tela en sus folíolos, y el inicio de síntomas de amarronado en dicho sector, será conveniente la inmediata adopción de una alternativa eficiente para el control. La presencia generalizada de arañuela en el tercio medio de las plantas, y peor aún en el tercio superior, indica que el lote está “pasado” en cuanto a la adecuada oportunidad de un tratamiento químico que permita evitar el impacto económico de la plaga.

Las recomendaciones de tratamiento de control, según estudios realizados en la Universidad de Missouri (Estados Unidos) indican 20 por ciento de área foliar con daños en estado vegetativo y 10 por ciento a partir de la formación de vainas.

Estrategia de control. Antes de pensar en el insecticida por aplicar para el control de arañuela roja es de suma importancia no olvidarse de agregar un buen tensioactivo al caldo de aplicación, preferentemente siliconado. Usándolo en una dosis no inferior a la indicada en marbete. La importancia del mismo radica en la imperiosa necesidad de reducir fuertemente la tensión superficial de las gotas de aplicación a fin de que éstas no queden retenidas del lado externo de la tela, mientras las arañuelas permanecen protegidas y saludables debajo de la misma.

En cuanto a alternativas para el control, una de las más eficientes y de mayor residualidad a la dosis de marbete corresponde al activo insecticida y acaricida llamado abamectina. Este activo está a nivel comercial bajo varias marcas y formulaciones. En este último aspecto se debe prestar mucha atención a la concentración en la que se encuentra el activo en el producto comercial que se adquiere. Abamectina viene formulado en concentraciones del 1,8 por ciento y del 3,6 por ciento. Por lo tanto, debe considerarse que la dosis de 100 centímetros cúbicos por hectárea del producto comercial formulado al 3,6 por ciento equivale a la dosis de 200 centímetros cúbicos por hectárea de un producto comercial que contiene Abamectina al 1,8 por ciento.

Otras opciones de insecticidas con buena acción sobre arañuelas son los productores los activos clorpirifós y dimetoato, ambos a las dosis de 600 centímetros cúbicos. Los productos fosforados en la dosis mencionada, muestran una residualidad no mayor a la semana en el caso del clorpirifós y no mayor a 10 días en el caso del Dimetoato. Abamectina, en cambio, presenta algunos días más de residualidad.

Respecto al uso del dimetoato, hay que tener presente las condiciones de la soja en cuanto a su actividad fisiológica o circulatoria, ya que se trata de un insecticida sistémico y por ende su sistemia en el vegetal dependerá de lo activo que éste se encuentre. En el caso de cultivos que estén muy “parados” por la seca, convendrá el uso de un insecticida no sistémico pero con acción translaminar como el clorpirifós.


Identikit


Dimensiones. Miden entre tres y cuatro milímetros y viven debajo de una fina tela en el revés de las hojas. Las hembras pueden colocar hasta 300 huevos en 30 días.

Características. Tienen estiletes bucales con los cuales extraen jugos de las células y reducen su superficie fotosintética; las hojas infestadas pierden agua, por lo que aceleran su envejecimiento.

Causas. Las infestaciones tempranas pueden asociarse a la presencia de malezas huéspedes, cuyo control con herbicidas origina la migración posterior de la paga hacia la leguminosa.

Efectos. Pueden causar inicialmente el amarillamiento de las hojas basales; pero si el ataque se prolonga, los folíolos toman un color bronceado y posteriormente mueren.

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