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Manejo de malezas en maíz: el caso de Bidens subalternans (Amor seco)

Las malezas se apoderan de nuestros lotes cada año al comenzar una nueva campaña, y cada día son más las que vienen adquiriendo tolerancia o resistencia a distintos modos de acción en la Argentina y el mundo.

Una de las malezas que viene ganando terreno es Amor seco (Bidens subalternans), la cual comenzó a verse hace ya algunos años invadiendo los alambrados de los lotes y de a poco entrando en forma de manchones dentro de los mismos, escapando de los controles químicos.

 

DESCRIPCIÓN DE LA ESPECIE

Bidens subalternans, conocida como “amor seco”, “amor de viejo”, “saetilla”, “espina de erizo”, “pasto de los gringos”; es una planta anual de entre 0,20-1,70 metros de altura. Tiene tallos erguidos, tetrágenos y ramificados. Se propaga por semillas. Los aquenios, de 6-14 centímetros de largo, son rectos o algo curvados, tetrágenos y tienen 4 aristas apicales de aproximadamente 2 milímetros de largo, con diminutas barbas retrorsas.

Presenta cotiledones con lámina lanceolada, al menos cinco veces más larga que ancha. La primera hoja con pecíolo largo, acanalado con algunos pelos en la base y bordes. Estas hojas al igual que las siguientes están dispuestas de forma alterna. Los capítulos son largamente pedunculados ordenados en cimas corimbosas, con involucro hemisférico de unos 6 milímetros de alto y 6-8 milímetros de diámetro, con pocas flores marginales liguladas amarillas o cremosas (a veces ausentes) y flores tubulosas en el disco, amarillas.

Su ciclo es anual, de emergencia primaveral temprana, vegetación primaveral y estival y floración estival hasta otoñal.

Es nativa del sur de Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y norte y centro de Argentina. Muy frecuente como especie ruderal, es maleza importante en cultivos extensivos de verano.

 

PROBLEMÁTICA

Esta maleza presenta un ciclo anual muy corto, pudiendo completar hasta 3 generaciones por año. Su propagación se da a través de semillas, y es una especie muy prolífera permitiendo que pueda completar varias generaciones dentro del cultivo.

El comportamiento de la maleza provoca un aumento en el uso de herbicidas y en consecuencia en los costos de producción, con la posibilidad de que los rendimientos se vean disminuidos si el control no se realiza en tiempo y forma.

Además, existen evidencias desde Brasil y Paraguay, que Bidens subalternans ha comenzado a adquirir resistencia a glifosato y a los Inhibidores de ALS, por lo que su manejo se dificulta aún más (Romero Mendes, 2019).

El glifosato es un herbicida ampliamente utilizado en diferentes sistemas de producción agrícola. La frecuencia de su uso aumentó significativamente después de la comercialización de cultivos resistentes al mismo, lo que provocó una presión de selección sobre malezas resistentes.

Los herbicidas inhibidores de la acetolactato sintasa (ALS) son tóxicos para las plantas al inhibir la producción de aminoácidos esenciales. Las malezas normalmente desarrollan resistencia a los inhibidores de ALS más rápidamente que a otros herbicidas, probablemente debido a la alta frecuencia de mutaciones en el sitio objetivo que afectan la unión del herbicida a la enzima. Asimismo, el número de malezas resistentes a los inhibidores de ALS es mayor que cualquier otro grupo de herbicidas.

En el norte de la provincia de Buenos Aires, se está viendo año tras año una mayor supervivencia de Bidens subalternans después de los tratamientos químicos convencionales, con lo cual surge la duda de si estas poblaciones presentan menor sensibilidad a los herbicidas nombrados.

 

ALTERNATIVAS DE CONTROL

El control de esta maleza es muy complejo, y exige la adopción de diferentes estrategias de manejo químico, tanto en la pre-emergencia, como en la post-emergencia del cultivo.

La utilización de pre emergentes es esencial para disminuir la presión de maleza en el lote.

Diversos ensayos han mostrado que el uso de triazinas (atrazina y terbutilazina) solas o en combinación con otros productos, otorgan muy buenos resultados. A pesar de esto, ya se ha reportado resistencia a la atrazina en esta especie (Takano et al., 2016), por lo que se deben hacer recomendaciones cuidadosas para el uso sostenible de los herbicidas del Fotosistema II.

Si el banco de semilla es grande, existen mayores probabilidades de escapes a nivel de lote, y en ese caso se tendrán que corregir con las herramientas más eficientes para el control post-emergente de esta maleza.

Una publicación realizada por el Ingeniero Agrónomo Rafael Romer Mendes muestra la eficacia de herbicidas alternativos para el control de Bidens subalternans resistentes a Glifosato e Imazetapir en post-emergencia.

La mayoría de los tratamientos probados tuvieron un buen desempeño en el control de la maleza resistente, a excepción de Clorimuron-etil, Mesotrione y Tembotriona. Sin embargo, las dos últimas en mezcla con Atrazina pueden mejorar su eficacia de control.

Se considera que, si bien hay modos de acción para los cuales esta maleza ya es resistente, hay otros que todavía son efectivos para su control y estos son: los inhibidores de la protoporfirinógeno-oxidasa (PPO), los inhibidores del PSII, los inhibidores de la glutamina-sintetasa (GS) y las auxinas sintéticas.

Es imprescindible que utilicemos esta información junto con el conocimiento técnico para poder rotar herbicidas con diferentes modos de acción y así prevenir y manejar la evolución de resistencias.

En igualdad de importancia con las prácticas químicas, se encuentra el momento y la forma de aplicación, por lo que cobra vital importancia la proactividad en el seguimiento y monitoreo sistemático de los lotes para llegar a tiempo. Para todas las malezas en general se recomienda el uso de herbicidas post-emergentes cuando las mismas se encuentren en estado de plántula, ya que es en este momento donde se logran las mayores eficiencias de control. Pasando ese tamaño siempre habrá posibilidades de rebrotes. Además, cuanto más grande sea el tamaño de las malezas, mayor será su capacidad de soportar o detoxificar los herbicidas que se le apliquen.

Otros aspectos que deben incluirse en las estrategias de manejo de las malezas son la rotación de cultivos, la cobertura del suelo, el control cultural y la limpieza de maquinaria, la cual es otra medida importante para evitar la propagación de este problema.

 

A MODO DE CIERRE

A diario vemos sobre los alambrados de los lotes una gran cantidad de individuos de Bidens subalternans, y de a poco esto comienza a replicarse también dentro de los mismos.

Si bien ésta aún no se considera una maleza problema en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, lo dicho en el párrafo anterior, junto con las evidencias de resistencia de esta maleza a Glifosato, Inhibidores de ALS y Atrazina en ciertos países limítrofes, pone en cuestionamiento si las poblaciones de Bidens en nuestra zona presentan algún tipo de resistencia. Por esto dentro del Laboratorio de LMA estamos realizando estudios de escala de dosis respuesta a herbicidas pre-emergentes, con biotipos de Bidens de distintas localidades y así poder determinar la sensibilidad a los distintos herbicidas probados.

La agricultura nos propone cada día un nuevo desafío, y podemos ver que más temprano que tarde, uno de éstos será el manejo de Bidens subalternans.

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