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Hay que estar atentos en todos los frentes

Veinte días antes y diez días después de la floración del trigo, los requerimientos hídricos y los cuidados sobre el cultivo deben ser los máximos, ya que está en el período crítico.

Recientemente, el área de entomología de la agencia de Venado Tuerto del INTA informó sobre la importancia de monitorear, periódicamente, para oruga militar verdadera y oruga desgranadora en trigo en el área de influencia de la agencia. Asimismo recordó los umbrales de daño para cada una de ellas, que se encuentran entre 15 a 20 isocas por metro cuadrado para las primeras, que atacan las hojas y provocan intensa defoliación, y hasta pueden cortar los tallos debajo de las espigas. En el caso de la oruga desgranadora, el umbral es 5 a 10 espigas dañadas por metro cuadrado. En este caso, se alimenta de granos lechosos y pastosos.

Según menciona el informe, se han recibido consultas sobre la presencia de bicho bolita en la zona, sobre todo, en lotes con rastrojos de trigo de la campaña pasada y lotes con riego. En los últimos años, estos crustáceos incrementaron su abundancia, principalmente en lugares bajos o cañadas que tradicionalmente eran destinadas a la producción ganadera en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. En el caso de los lotes bajo riego, la gran abundancia de rastrojos, especialmente de trigo, y los altos niveles de humedad favorecen su proliferación, originando infestaciones superiores a los 2.000 bichos por metro cuadrado, según cita este informe de datos obtenidos de INTA Manfredi.

Respecto al control, una medida cultural para disminuir la proliferación de bichos bolitas es la homogénea distribución de los rastrojos de las cosechadoras ya que las franjas con gran acumulación de residuos fomentan la multiplicación de la plaga. Por otra parte, para el control químico hay que tener en cuenta un umbral en soja y girasol de 50 a 60 crustáceos por metro cuadrado. Para esto se dispone de un cebo comercial registrado a base de Carbaryl o pueden prepararse cebos con soja partida y el insecticida Fipronil, en muy baja concentración, alternativas con bajo impacto ambiental.

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